Emisiones de CO2: Consulta de la Estrategia Descarbonización

Objetivo: reducir las emisiones de CO2

El pasado mes de julio de este 2018, la Comisión Europea (CE) lanzaba una consulta pública para elaborar la Estrategia Europea para la reducción  de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que finalizaba este 10 de octubre. Esta consulta tenía por objetivo, recopilar y analizar puntos de vista diferentes y opiniones diversas de los diferentes actores que participan en el desarrollo para así poder buscar aquellas oportunidades, desafíos o posibles trabas que puedan sucederse a partir de las acciones a realizar según la hoja de ruta establecida por la CE para la búsqueda de la reducción de emisiones de CO2. En esta consulta pública están incluidos todos aquellos interesados, como pueden ser empresas, ciudadanos, científicos, autoridades de toda índole o ONGs.

Los puntos clave de la hoja de ruta que busca el plan de la CE se podrían resumir en los siguientes:

  • En el año 2050, reducción de un 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero en relación con los niveles de las emisiones en 1990. Antes de llegar a ese 80% en 2050 habría que pasar por un embudo progresivo que lograra una reducción del 40% en 2030 y el 60% en 2040.
  • Es necesaria la contribución de todos los sectores.
  • Se ponen de manifiesto datos de que la transición es viable y económicamente posible.

En relación a la consecución del objetivo de reducir las emisiones de CO2 un 80% en 2050 con respecto a las de 1990, se especifica que las reducciones deben ser exclusivamente internas, lo que implica que no se puede recurrir a créditos internacionales. Por tanto, ha de producirse un cambio y una adaptación tecnológica hacia una creación de energía limpia para transformar nuestra sociedad en una nueva con una escasa participación en emisiones de carbono.

Reducción de emisiones por sectores

Un punto importante en la Hoja de ruta marcada es la necesidad de que participen todos los sectores de la sociedad para lograr una economía baja en carbono, con una fuerte reducción de las emisiones de CO2, siempre dentro de su potencial económico y tecnológico. Como es lógico, se mide el potencial y las posibilidades de cada sector para realizar esta transición y la búsqueda de alternativas limpias en sus maquinarias y modelos de negocio. Los principales sectores que serán protagonistas en este cambio de modelo serán los siguientes:

  • Sector eléctrico: Se sostiene que el sector eléctrico presenta la posibilidad de eliminar prácticamente por completo las emisiones de CO2 en 2050. La forma de conseguirlo en materia de transporte o calefacción sería sustituyendo total o parcialmente los combustibles fósiles. Para obtener electricidad se buscará hacerlo a partir de fuentes renovables o fuentes con bajas emisiones, como centrales térmicas o mediante energía nuclear.
  • Transporte: El margen de reducción estimado en el sector del transporte es de más del 60%. A corto plazo, en cuanto a los motores diésel y gasolina se buscará que las compañías fabriquen motores mucho más eficientes y que sepan sacar mayor rendimiento al consumo de combustible y lanzamiento de emisiones. A largo plazo se busca que tanto los coches híbridos como los eléctricos se conviertan en un estándar, lo que ayudaría a reducir de forma muy drástica las emisiones de CO2. En cuanto al transporte pesado, como aviación se busca un avance hacia el uso de biocombustibles, con una carga de emisiones mucho menor a la utilizada hasta ahora.
  • Construcción: El potencial de reducción de emisiones de zonas residenciales y edificios de oficinas podría reducirse hasta un 90% en 2050. Los principales factores serán: la aplicación de tecnologías de vivienda pasiva en nuevas construcciones, la renovación de edificios antiguos y la sustitución de los combustibles fósiles por electricidad y energías renovables en los casos de climatización o preparación de alimentos.
  • Industria: Se prevé que las industrias con gran consumo energético pueden haber reducido sus emisiones hasta un 80% en 2050. Esto será posible gracias a la mejora de las tecnologías que se verán dirigidas a una búsqueda de la eficiencia energética y la sostenibilidad. En los casos de los sectores como acero o cemento, que no puedan reducir las emisiones por otros métodos, se aplicarán tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, lo que supondrá una disminución de emisiones importante. En cuanto a los gases diferentes al CO2, las estimaciones actuales del régimen de comercio de derecho de emisión de la UE ya prevén un descenso considerable.
  • Agricultura: Es un caso especial, ya que la agricultura representará en 2050 un tercio de las emisiones, debido al aumento de la demanda mundial de alimentos. Aún así este sector deberá disminuir las emisiones que procedan de fertilizantes, estiércoles y ganado. También cabe la posibilidad de almacenar CO2 en suelos y bosques. Además se buscará concienciar a la población de cambiar a una dieta más sana, rica en verduras y menos cárnica.

La visión de Cofrico

Cofrico apuesta totalmente por la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente y el uso de energías limpias que reduzcan el impacto que el ser humano produce en el planeta. Tanto es así, que somos pioneros en España en el uso de Refrigerantes naturales como el CO2 y el NH3. El impacto del CO2 en la capa de ozono es nulo (ODP=0) y su impacto sobre el efecto invernadero es el mínimo y se usa como referente (GWP=1). El CO2 como refrigerante es, sin duda, la opción ecológica. A la vista está que el uso de refrigerantes naturales, nos permite obtener una mayor eficiencia con un impacto ambiental mínimo. Para leer todos los beneficios que tiene el CO2 puedes hacer click aquí.

En el siguiente vídeo te mostramos los beneficios de utilizar CO2 como refrigerante natural en tus instalaciones:

En el plano económico, social y medioambiental sostenemos:

  • La forma de compatibilizar los objetivos medioambientales con los objetivos de competitividad, crecimiento económico y empleo es mediante beneficios fiscales que favorezcan los objetivos medioambientales.
  • Es imprescindible que se consigne la realización de un análisis coste-beneficio en términos económicos, sociales y medioambientales de las distintas alternativas regulatorias para atender a los objetivos marcados en materia de energía y clima.
  • Es imprescindible que se analicen los efectos económicos y sociales relacionados con el impacto en los precios de la energia que supondría cada una de las alternativas para el cumplimiento de los objetivos fijados.

Por todos estos factores y porque compartimos la misma visión, desde Cofrico queremos mostrar nuestro fuerte compromiso para cumplir con toda normativa vigente, especialmente aquellas que se vayan a establecer en torno a la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente, buscando de esta forma la excelencia en cuanto a eficiencia energética y uso de refrigerantes naturales se refiere y anticipándonos a las exigencias de la normativa FGAS.

Podéis buscar más información acerca de la hoja de ruta propuesta por la Comisión Europea haciendo click en este enlace.



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