Los principales consumidores de necesidades frigoríficas son la industria alimentaria, la logística y el retail, y no sólo demandan frío, sino que este proceso debe de ser lo más eficiente posible energéticamente, además de respetuoso con el medioambiente, tanto por que lo demanda el consumidor final, como porque así lo exige la normativa.
La refrigeración 5.0 implica evolucionar hacia la eficiencia energética, con consumos adaptados a la potencia contratada y a las necesidades operativas y de proceso de cada actividad industrial. Implica invertir en el mantenimiento con un 70% de actuaciones predictivas autoejecutables.
¡Descubre cómo!
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frío industrial, frío comercial
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